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Friday, February 04, 2022

Votaciones que nadie entiende

La vida sigue. Cristina a lo suyo y nosotros a lo nuestro. Ayer me dio mucha pena ese señor gordito del PP que se equivocó al votar la reforma laboral. En vez de pulsar el no pulsó el sí. Son cosas que pasan. Pero no voy a hablar de política. Digo que me dio pena porque se me hacía una cara conocida. Me recordaba al gordito que sale en "El lobo de Wall Street", al amigo del protagonista.

Mi Felipe VI no quiso saber nada. Tampoco habla de política. Estos días mi Felipe VI está muy callado. Ni siquiera digo nada cuando ganó Chanel en el Benidorm Fest. Creo que es cosa de su cumpleaños. Le han caído 54 eneros. Cuando llegas a la quinta década cumplir años gusta menos. Te vas haciendo vieja joven.

-No entiendo de música, Leta. Pregúntale a mi madre. Mamá es una gran melónama.
-Yo sólo sé de música clásica -se apresuró doña Sofía a aclarar.

Mi doncella Maripuri defendía a sus Tanxungueiras. Para Maripuri eran las mejores. Rigoberta le gustaba menos.
-Chanel no me representa, mi Reina -dijo rotunda.
-Será la que cantará en Eurovisión -le recordé.
-Va a perder.
-¿Lo dice el tarot?
-Lo dice todo el mundo. Esa chica no canta ni baila. Hace circo.

Llama mi Princesa de Asturias. Pregunta por su padre.
-No puede atenderte, cariño. Está leyendo la Reforma Laboral.
-¿Ha visto lo que pasó en Benidorm? ¡Tenemos que hacer algo!
-¿Nosotros? No, hija, no. Nosotros reinamos. No nos metemos en líos.

Mi Leonor se resigna. Es muy joven. A veces me parece más impulsiva que su hermana Sofía. Tiene el sentido de justicia muy desarrollado. Le recuerdo que le envíe un jersey para que esté calentita en Gales. Lo podrá poner los fines de semana, cuando no lleva el uniforme del internado.

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1 comment:

Anonymous said...

Donde habita el olvido


[...]
Y la vida siguió
Como siguen las cosas que no tienen mucho sentido
Una vez me contó
Un amigo común, que la vio
Donde habita el olvido
La pupila archivó
Un semáforo rojo, una mochila, un Peugeot
Y aquellos ojos miopes
Y la sangre al galope por mis venas
Y una nube de arena
Dentro del corazón
Y esta racha de amor sin apetito
Los besos que perdí
Por no saber decir, te necesito
Y la vida siguió
Como siguen las cosas que no tienen mucho sentido
Una vez me contó
Un amigo común, que la vio
Donde habita el olvido
Donde habita el olvido
Donde habita el olvido.

Bicos, reina.

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