Los blogs que lee Letizia

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Wednesday, December 26, 2007

Nochebuena sin conejo



Creo que estoy embarazada. Los mareos que sufrí en silencio durante la cena de Nochebuena sólo se pueden explicar por la presencia de un varón en mi barriga. Me daba vueltas hasta Su Majestad dentro del televisor.

-No bebas más sidra, Leta. La sidra emborracha tanto como el cava -me dijo mi Felipín cuando estábamos en los postres.
-Calla, Felipe. ¿No ves que está hablando tu padre en la televisión?
-Su Majestad habla, pero en la mesa.

Era cierto. Su Majestad discutía con mis cuñadas. Elena y Cristina no querían ir a la misa del gallo.

-Hace frío, papá -protestaba Cristina-, y la capilla no tiene calefacción. Si mis hijos pescan una gripe, me vas a oír.

Así no se le habla a un padre. Si una de mis hijas me hablara con esa falta de respeto, le quitaba el infantado de España.

Elena tampoco quedaba atrás.

-Yo no puedo ir a esa misa, papá. Estoy excomulgada como todos los divorciados católicos. Monseñor Rouco ya me llamó diciendo que no habrá más hostias para mí.
-Pero, ¿qué forma de hablar es esa? -exploté-. Yo, que fui educada en la escuela pública, hablo con más educación.
-Leta, por favor.
-Déjame hablar, Felipe. ¿No ves que tus hermanas no respetan a Su Majestad?
-Calla, nuera -me ordenó Su Majestad-. Los Borbones hablamos con campechanía. Todavía no nos entiendes.

Me serví otro culetín de sidrina e intenté pensar en el idioma de la campechanía. Imposible concentrarme. En mi barriga había un varón.

-Ay, Felipe, aquí hay un niño.
-No debes ver el orfanato, Leta. ¿Por qué no te acuestas?

¿El orfanato? Ah, sí... Su Majestad había puesto la película para entristecerme.

-Me refería al niño que se mueve en mi barriga.
-Estás chispa, cuñada -me dijo Cristina-. Jamás de los jamases tendrás un varón.
-El varón será mi tercer hijo. Lo dice el tarot de Maripuri.

Doña Sofía nos pide que no discutamos. Es Nochebuena y ella quiere paz.

-¡Cantad Noche de paz para la Reina! -grito.
-No chilles, Leta. A ver si acabamos la cena en paz.

Imposible. Froilán, que quiere ser torero de mayor, intentaba torear a los conejos que nos regaló ZP.

-Está destrozando el mantón de Manila de Elena -observé.
-No importa, Leta. Mi hermana quiere quemar toda la ropa que le regaló Marichalar.
-¿Y qué va a poner después?
-Elena tienen un gran fondo de armario.

Suerte la suya. Yo tengo los trapos contados.

-Leonor también quiere ser torera, tía -me informa Froilán.
-Dios no lo quiera. Espero que este país siga siendo monárquico durante los próximos cinco siglos para que mis hijas no tengan que ganarse la vida con el toreo.
-El mundo no durará tanto, Letizia -dijo doña Sofía muy seria-. Creo que nosotros veremos el final.
-Pero Majestad, ¿ésta es la cena de Nochebuena o es la última cena? -pregunté.
-Si te divorcias de Felipe, será tu última cena en esta casa.
-Gracias por el aviso, Majestad.

Parece que sólo soy una invitada, una madre de Herederas del Heredero, una concubina casada. Lo pensé el veinticuatro y pensé también en solucionar mi estatus real. De hecho, hasta lo intenté.

-Majestad, ¿ha dicho en su discurso de Nochebuena la fecha de la abdicación? -le pregunté al Rey camino de la misa del gallo.
-Esa fecha la dirá Dios, nuera. Dios y mi salud.

Tendré que seguir recordándole que en este país hay pensiones de jubilación. La Seguridad Social puede cubrir sus necesidades en su ya iniciada vejez. Y yo puedo contribuir más al erario público como Reina de las Españas. Hasta podré indultar conejos como hizo doña Sofía con la pareja conejil que nos regaló ZP. El menú vegetariano seguirá triunfando en las Nochebuenas de La Zarzuela.

Thursday, December 20, 2007

¿Comeremos conejo?



Zapatero nos envió un par de conejos para la cena de Nochebuena. Quiere que los habitantes de La Zarzuela no fastidiemos la inflación comprando los cien pavos de todos los años.

-En La Moncloa dos conejos llegan para darle de comer al personal -le dijo ZP a la cocinera Ángela cuando lo llamó pidiendo más carne.

Nuestra cocinera le pidió la receta y el Presidente nos envió por fax las instrucciones precisas para multiplicar el guiso de conejo.

-Yo soy vegetariana -dijo doña Sofía muy seria-. No quiero que matéis esos dos preciosos conejitos con los que me he encariñado.
-Las Herederas del Heredero tiene que alimentarse bien, Majestad. ¿No ve que mi niña Sofía está sin pelo? Es por la escasez de proteínas del menú de La Zarzuela.
-No entiendes nada de Borbones, Letizia. En nuestra dinastía escasean los pelos.
-En los hombres adultos, Majestad. Las mujeres necesitan peluquero y depilación.

Doña Sofía insistía en la falta de pelos y yo me iba deprimiendo. No llegué a la depresión completa gracias a mi doncella. Maripuri vio a través del tarot a mi niña Sofía luciendo la melena más grande de las Españas.

-La conseguirá comiendo conejo cuatro veces a la semana. El conejo será el único animal que comeremos los españoles, mi Princesa. Veo el pollo por las nubes, las vacas locas, los caballos con peste equina, los cerdos con una peste que no sé como se llama.
-¿Y las verduras, Maripuri? ¿Serán caras?
-Prohibitivas, mi Princesa. Los repollos y los grelos sólo los comerán los más ricos del país.

Fui a decírselo a mi Felipín.

-ZP lo arreglará, Leta. El Presidente sabe bajar los precios. Tiene un Ministro de Economía muy listo.
-¿Solbes?
-Sí, amor. Pedro Solbes es un experto en devaluar la moneda. Sabe que un euro vale 160 pesetas y que dejando menos propina a los camareros no suben los precios.
Mi corazón volvió a latir sin miedo al futuro. Con un Presidente como Zapatero regalándonos conejos vivos para Navidad y un ministro de Economía bajando el tipo de cambio del euro en más de seis pesetas antiguas, España va mejor que con Aznar. Sólo tenemos que atrevernos a matar los conejos para cenar en Nochebuena.

Saturday, December 15, 2007

Felices Navidades






Estoy enviando nuestras postales navideñas a las amistades. Son preciosas. Mis niñas Leonor y Sofía salieron con cara de Infantas de España. Sus primos, los pobres, ponen caritas de vasallos, sobre todo los mayores. Saben que tienen que hacer reverencias a mis hijas toda la vida.

Elena le puso muchos peros a la postal. Decía que sus hijos no estaban para una foto.

-Pues últimamente chupan mucha cámara, cuñada -le dije-. Froilán y Victoria Federica son los niños españoles más veces fotografiados a la puerta de un colegio privado.
-Ten compasión, Letizia -me rogó-. Un divorcio es muy duro para los hijos. Haced una foto al Palacio y enviádsela a los periodistas.

Su Majestad se negó a fotografiar La Zarzuela.

-Podría haber un malentendido sobre la buena salud de la Monarquía. Nos fotografiaremos la Reina y yo con nuestros ocho nietos.

Así lo hicieron. Doña Sofía agarró a su nieta tocaya y fue hacia un banco. La siguieron los otros siete nietos restantes más Su Majestad.

-Una risa, niños -les pidió el fotógrafo de la agencia Efe.

Froilán no sonreía. Elena le hacía carantoñas y no había manera de arrancarle una risa.

-O viene papá o no me río.
-¿No me quiere, hijo? -lloriqueó mi cuñada.
-Más quiero a papá.
-¡Machista! -le grité-. Hay que querer a quien te ha parido, chaval. Un hijo que no quiere a su madre es un malnacido.
Leta! -protestó mi Felipín-. Recuerda quien eres.
-¿Por qué no os calláis?

¡Lo que faltaba! Su Majestad volvía a decir la frase célebre. No aguanto la frasecita.

De pronto Froilán estalló a carcajadas. ¿Qué había visto mi travieso sobrino? Me volví y allí estaba Maripuri con la portada de "El jueves".

-Mire lo bien que quedan usted y el Príncipe con capuchas de Papá Noel.

Mi grito se oyó en las Bermudas.

-Yo a esos los denuncio. Que los metan en la peor cárcel de mi Reino.
-No, mi Princesa. Vuestra Alteza debe defender la libertad de expresión. Recuerde que fue periodista.

Mi doncella no entiende que la libertad de expresión se defiende hasta el mismo momento en que te dibujan desnuda. Después dejas de defenderla.

Mi Felipín ya está consultando a nuestro equipo jurídico la posibilidad de interponer una querella por daños y perjuicios a nuestra intimidad de alcoba.

Wednesday, December 12, 2007

Un regalo para Maripuri



Estos días estoy comprando los regalos para el servicio doméstico de Palacio. Intento regalarles a mis sirvientes lo que desean. A la cocinera Ángela, por ejemplo, le compré unos guantes de pelo de burro. Sé que le gustan las pieles aunque suele ir a esas manifestaciones de desnudos. Ángela hace como las modelos: está contra las pieles porque no puede comprarlas. El jardinero Jordi estará muy contento con unas flores artificiales que le compré por Internet. El contable Juan, de baja por depresión desde hace seis meses, tendrá que contentarse con una postal de yahoo. Al peluquero Hernán no pienso regalarle nada; no merece mis regalos. A la niñera Rafaela habrá que darle un aumento de sueldo, pero es cosa de Su Majestad.

A quien no puedo satisfacer es a Maripuri. Mi doncella se encaprichó con la columna de Umbral.

-Yo escribo bonito, mi Princesa. Con muchas metáforas.
-Pero yo no soy la Reina Maga, Maripuri. Si llamo a Pedro J. pidiendo la columna de Umbral para mi doncella...
-Se la da, mi Princesa. A usted no le diría que no. Dígale que yo soy la que ha salido muchas veces en el tema de debate de los domingos. Firmo como María.

Me parece que Maripuri va a tener que esperar a que yo sea la Reina de todas las Españas, incluida la España justa. Y veo lejano ese día. Su Majestad no tiene ganas de abdicar, sobre todo desde que Jiménez Losantos le pide la abdicación.

-Ahí está ése diciendo que son las siete de la mañana y los Albertos aún no han entrado en la cárcel -dice cuando oye al famoso locutor de la emisora de los obispos.
-Vuestra Majestad manda.
-Quisiera mandar más, nuera.

Yo también quisiera mandar más. Quisiera un país más justo.

-¿Ya ha llamado a Pedro J., mi Princesa? -insiste Maripuri.
-Tengo que pensar lo que le voy a decir -le contesto.
-Dígale que yo escribo lo que quiera. Por dinero soy capaz de escribir un artículo de derechas el lunes, uno de izquierdas el martes, otro centrado el miércoles, el jueves escribiría un artículo republicano, el sábado escribiría alabando a Chávez y el domingo terminaría la semana de "el mundo" escribiendo en contra del cambio climático que nos manda Dios.

El dinero hace estragos en la gente. Miro a mi doncella y no la reconozco. Maripuri es más capitalista que Adam Smith. Lo malo es que es capitalista por necesidad. Como yo.

Friday, December 07, 2007

El cumpleaños de la Constitución



La Constitución cumplió 29 años y nos reunimos para celebrar el cumpleaños. Sólo los de la Casa Real: Sus Majestades, nosotros, las Infantas y demás familia. A los primos no los invitamos. Tampoco hicimos un besamanos para los políticos. El país no está para fiestas.

La tarta dejaba mucho que desear. Con tanta vela se la chamuscó un poco el merengue.

-Al menos pruébala, Leta. A Su Majestad le parece mal que no comas un trozo -me cuchicheó mi Felipín.
-¿Para aquí el trozo más grande! -grité.

Mis cuñadas me miraron con cara de espanto. Había roto el protocolo. Pero tenía solución. Suavicé el tono de mi voz asturiana hasta conseguir el acento aristocrático de los madriles, y le dije a su Majestad:

-Señor, ¿podría Vuestra Majestad servirme un trozo de esa deliciosa tarta constitucional?
-¿Qué pasa en esta casa, Sofí? -explotó el Rey-. La hija mayor se nos divorcia, la nuera todavía no ha aprendido el protocolo, el Heredero...
-¡Juanito! -lo interrumpió doña Sofía-. Debes sentirte orgulloso de nuestros hijos, el Príncipe y las Infantas.

Parecía que no había motivos para que se sintieran orgullosos de mí.

-En Barcelona dicen que eres anoréxica, cuñada -me espetó Cristina.
-A ti en Madrid te llaman gorda.
-¡Leta!
-Déjame hablar, Felipe. ¿Y sabéis que dice Peñafiel? Que Elena dejó a Marichalar por un viejo sesentón. Creo que es el que le vende los caballos.

Mi cuñada Elena tiró una copa al suelo. ¡Menuda familia! En mi casa siempre hablamos de los cotilleos sin que nadie se sintiera ofendido.

-Hay que llamar al servicio -dijo doña Sofía-. No discutáis, chicas.

Maripuri vino con una escoba a recoger la copa rota.

-Froilán se ha amotinado en el despacho de Su Majestad -nos informó-. Dice que no quiere un padrastro portugués.
-Ya sabes, Elena. Cambia de novio -le sugerí-. Tu hijo habla ingle´s y castellano de Madrid. Comprende que su cabeza no da para aprender portugués.

Mi cuñada Elena marchó furiosa. Creo que fue a celebrar la Constitución con sus hijos a Lucio. Últimamente le gustan mucho los menús sencillos. A mí me gusta el menú de Palacio: mucha verdura, mucho pescado y nada de carne. Desde que llegué a La Zarzuela no sé lo que es comer un chuletón.

Monday, December 03, 2007

Días tristes



Estoy triste. Los malos volvieron a matar. Muerte, lágrimas, familias rotas, dolor, entierros... Yo no quiero un Reino así. Mi Reino tiene que ser un trozo de felicidad, como Mónaco. Quiero que mis súbditos sean felices, tengan buenos empleos, menos inflación, tres meses de vacaciones, muchos hijos.

Mi doncella Maripuri dice que ahora las familias numerosas son ricas.

-Son del Opus, mi Princesa.
-No me asustes, Maripuri. A mí ese tipo de Iglesia me asusta.
-A mí también. Yo soy seguidora de la Iglesia Verdadera.
-¿La Cienciología? -le pregunté.
-No, mi Princesa. La Cienciología es una secta patrocinada por Tom Cruise. Yo creo en el Jesucristo de los Evangelios.

Maripuri me explica sus creencias. No la entiendo mucho, pero le digo sí a todo.

-En resumen, mi Princesa, Jesús de Nazaret echó a los mercaderes del templo, obligó a los ricos a repartir sus patrimonios entre los pobres para poder ser discípulos suyos, defendió a la Magdalena, multiplicó la comida para que no hubiera hambre en su casa, nunca se metió en política,...
-Calla, Maripuri -la interrumpí-. No me hables de política.
-Entonces le hablaré de la foto familiar que tienen que hacer para felicitarles las Navidades a los españoles.

¡Dichosa foto! Por culpa del divorcio de mi cuñada Elena no vale la fotografía de este verano en Marivent. Nuestros secretarios no son capaces de cortar a Jaime.

-Le quedan las piernas, Leta. Los periodistas van a reconocer las piernas de nuestro ex cuñado -se lamentó mi Felipín ayer, muy preocupado por el corta y pega de este año.
-El problema sería que no las reconocieran, Felipe. Imagina que cuentan las piernas, les sobran dos y se empeñan en verte a ti cuatro piernas, o a Urdangarín. Incluso a Su Majestad podrían verle cuatro piernas.
-No puede ser, Leta, no puede ser.

Maripuri me explica su idea grandiosa para felicitar las Navidades a nuestros súbditos:

-Una foto es poca cosa, mi Princesa. Si usted me ayuda, yo puedo escribir un artículo en la columna de Umbral. Sólo tiene que pedírselo a Pedro J., mi Princesa. Dígale que la Maripuri de La Zarzuela quiere escribir en "el mundo".
-Pero... ¿qué dices, Maripuri?
-Escribiría un artículo sobre la crisis de la Familia Real y los de "El jueves" harían un dibujo para ilustrar mis sabias palabras.

Empiezo a creer que Maripuri es una mujer ambiciosa que echa a perder la ambición en sus momentos de timidez. Pero no puedo ayudarla. Pedro J. nunca le daría la columna de Umbral a una doncella tarotista. Y Su Majestad pondría sus gritos en Venezuela si leyera una reflexión filosófica sobre la Familia Real firmada por mi doncella. Es muy clasista, muy Borbón, es decir, muy Rey de España.

-Yo escribiría con muchas metáforas, mi Princesa.
-Los sé, Maripuri, lo sé.

Quedamos calladas. En el primer piso de mi Palacio, Sofía balbucea sus primeras palabras. Le pido a ese Dios que dicen que existe, que mi niña no sea superdotada. El destino de los superdotados suele ser la puerta cerrada a los empleos dignos, sobre todo cuando nacen en familias humildes.

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