Quiero hacer un viaje oficial a Londres lo antes posible. España es un gran país y tenemos que estrechar nuestras relaciones bilaterales con Inglaterra, sobre todo después de que los franceses enviaran a Carla Bruni a fotografiarse con nuestra prima Isabel II.
-Habla con Zapatero, Felipe, y arregla lo del viaje.
-Cálmate, Leta. El Presidente está muy ocupado. Tiene que preparar el discurso de investidura y comprobar que sus socios parlamentarios van a votarlo.
-Pídele el avión grande para ir a Londres.
-Haré lo que se pueda, Leta.
Cuando mi Felipín dice "haré lo que se pueda", quiere decir que no hará nada. Decidí pedir el vestuario necesario para pasearme por la capital británica del brazo de mi Felipín mientras no se me ocurría la manera de acelerar mi visita oficial a tierras inglesas.
-Necesito ochenta vestidos cortos, diez mantones de Manila, quinientos pares de zapatos manolos y ...
-No puede ser, Alteza -me interrumpió el contable Carlos-. Su pedido acaba con el superávit presupuestario.
-Olvídate del superávit, contable Carlos.
-El presidente Zapatero me ordenó no gastarlo, Alteza.
El contable Juan nos propuso financiar mi vestuario con publicidad.
-Yo soy liberal, Alteza, y el liberalismo es contrario al Estado. El mercado es el rey, es la mano invisible.
-No entiendo nada, contable Juan. ¿Me hablas de fantasmas?
-No, Alteza, le hablo de una solución real: poner en sus vestidos publicidad. Por ejemplo en la falda puede llevar un anuncio de Endesa, en una manga otro de Iberia, aquí por delante el logotipo de Repsol.
Salí de las oficinas de nuestros contables escandalizada. Si el liberalismo económico consiste en ir vestida como un jugador del Real Madrid, yo prefiero ser comunista. Se lo dije a mi doncella:
-Prefiero ser comunista, Maripuri. Dios nos libre de la derecha del liberalismo económico. Iríamos disfrazados de vallas publicitarias.
-Usted a ese viaje a Londres debe llevar un pin que ponga "Gibraltar español".
-¡Maripuri!
-Lo puede poner en la solapa izquierda del traje de chaqueta o en el gorro.
-No me gustan los gorros.
-En Londres hace frío. Debe llevar una pamela calentita, mi Princesa, y un abrigo. Carla Bruni iba vestida de color aburrimiento. No sé le ocurra copiarle el traje.
-Iré de Lorenzo Caprile, Maripuri.
-Debe ir de Agatha Ruiz de la Prada para que Pedro J. deje de meterse con la Monarquía.
El mundo nos trae de cabeza. Airea todos los libros que publican poniéndonos verdes. El último es un libro de cartas robadas. Espero que cuando nos coronen a mí y a mi Felipín cesen los escándalos que nos monta la prensa.
-¿Para cuándo sale mi viaje a Londres, Maripuri?
Mi doncella no encontraba tal viaje. Yo creo que su tarot anda un poco equivocado.
-Le dan un premio.
-Si es el de miss Mundo, no lo acepto. La segunda dama de España tiene que ser más modosita que Carla Bruni.
-Es el premio Dardos que le concede doña María Ángeles Cantalapiedra por su simpatía.
-¡Qué alegría!
Se lo comunique a mi Felipín antes de dormirnos en un acto íntimo.
-Nuestros súbditos te aman, Leta. Su Majestad se alegrará mucho al saber que ganas adeptos con tu simpatía.
-¿Qué hay de nuestro viaje a Londres?
-Tenemos que aplazarlo. Sarkozy quiere traernos a Carla Bruni por Madrid.
-Tú no te verás con esa mujer. Te lo prohibo, Felipe.
-Yo sólo tengo ojos para ti, mi amor.
Así será. No permitiré que mi Felipín mire a Carla Bruni como la miraba el duque de Edimburgo. Yo a mi marido le exijo lealtad, fidelidad y amor.
-¿Brindamos por tu premio a la simpatía?
-¿Y si me emborracho?
-No importa, Leta, aún tenemos edad para hacer botellón.
-Espera, Felipe, voy a decir muchas gracias. Repite conmigo: "moitas grazas".
Mi Felipín no acaba de dominar el idioma materno de Maripuri. Se lo hice repetir diez veces, porque los premios, quien está escribiendo este blog, siempre los agradece en el idioma del corazón.
&&&&&&&&&&
Vuestra Princesa le entrega el premio Dardos a:
Enviado desde Correo Yahoo!
Disfruta de una bandeja de entrada más inteligente..