Mi cuñada Cristina es cornuda. Fue toda una noticia. Felicito a los compañeros de la revista Lecturas. Pillar a Iñaki Urdangarín bien agarrado de la mano con una compañera de trabajo es un notición. Todos pensábamos que Iñaki y Cristina se querían mucho. Parece que Iñaki no la quería tanto como Cristina quería a Iñaki.
En Zarzuela estamos a tilas. Doña Sofía llora por los rincones. No hay pañuelos que lleguen para su llanto. Intentó hablar con don Juan Carlos, pero el Rey Emérito gritaba mucho en Abu Dabi.
-No lo entiendo, nuera. ¿Te puedes poner tú al teléfono a ver si sabes qué dice mi Juanito? -me pedía.
-Mejor no me pongo, suegra. Tengo los oídos sensibles.
Doña Sofía cortaba la comunicación y seguía llorando. Mi Felipe VI estaba en su despacho encerrado. Me dijo que tenía mucho trabajo. Su hermana Cristina no le importaba. Podía divorciarse cuando quisiera. La Ley del Divorcio también vale para divorciar a una Infanta de España de un marido infiel.
Faltaba mi cuñada Elena. Llegó pronto. Venía de dar un paseo a caballo por el monte.
-Me voy a Ginebra. Quiero consolar a Cristina.
-Yo no puedo ir llorando, hija, sino iría contigo -dijo doña Sofía.
¡Cuánta pena había en Palacio! Mi doncella Maripuri no daba abasto con las tilas. Me alegró saber que el hijo deportista de mis cuñada es sensato. Van a seguir queriéndose, dijo Pablo. ¡Menos mal! Pero no creo que Cristina siga queriendo a Iñaki. Lo va a odiar mucho. Iñaki y su Urdangarina le han fastidiado las bodas de plata.
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 | El amor se les rompió por poco usarlo desde que don Iñaki se fue a la cárcel. Un día el ex duque salió del trullo ... newyorkchic1.blogspot.com |
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