Muchas gracias de Princesa: Premio blog solidario

Estoy feliz. Nosotras mismas me ha concedido el premio blog solidario y se lo agradezco muchísimo. He enmarcado el galardón y lo puse sobre el cabecero de la cama.

-¿Qué es eso, Leta? -preguntó mi Felipín.
-Un premio, amor. Mis súbditos me aman. Creo que voy a pasar a la Historia como la Princesa Heredera del Pueblo español.

Mi Felipín se echó a llorar. Gimoteaba que se acababa la Monarquía en España si yo era la Princesa del Pueblo.

-Mira como están en Gran Bretaña, Leta. Viven entre el fantasma de lady Di y la presencia indeseada de Camilia. La duquesa de Cornualles no puede asistir al funeral por la primera esposa de Carlos.

Es tremendo que los súbditos te premien y tu marido el Príncipe no se alegre. No le reñí porque comprendo que tiene la sensibilidad alterada en solidaridad con nuestro primo inglés. Hablan mucho por teléfono mi Felipín y Carlos Gales. Yo con Camila no converso porque es una mujer que habla en inglés antiguo y no la entiendo.

A quien entiendo y me entiende es a mi doncella Maripuri. Nada más enterarse de la concesión del premio blog solidario, voló a Asturias.

-Se lo dije a mi madre, mi Princesa, y se emocionó.
-comprendo, Maripuri. Tu madre es una mujer sensible.
-Ella tembién lee "Desde nuestros tacones". Igual que usted, mi madre se sube a altos tacones para resaltar su cuerpo delgado y joven. Sólo tiene treinta años.
-¡Maripuri! ¿Cómo vas a ser hija de una mujer de treinta años?
-Mamá tiene treinta años y me ha parido por la mano derecha.
-Así saliste del PP.

Mi niña Leonor estaba escuchando. Salió de detrás de la puerta y nos preguntó si eramos todos del PP.
-Eso jamás, hija. Antes muerta que seguidora de Aznar y de los otros dos de las Azores.
-¿Y yo también nací por tu mano derecha, mami?
-No preguntes, cariño. Los nacimientos son materia de la asignatura de Educación para la Ciudadanía que estudiarás en el colegio.

Mi niña Leonor quedó pensando. Se parece mucho a mi Felipín; tiene ese toque de filósofa callada que me ha enamorado de su padre. ¿De quién me iba a enamorar? La Princesa de esta España nuestra sólo puede enamorarse de escritores y príncipes. Y sólo puede tener una doncella hija de una mano derecha que agradece de corazón el premio solidario. Gracias. Muchas gracias.

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Estas son las instrucciones que deben seguir los galardonados con un Premio solidario:

• Mostrar el premio en un post citando el nombre del blog que te lo regala y enlazarlo al post que te nombra, para así poder seguir la cadena.
• Elegir como mínimo 7 blogs que creas que han destacado por ayudar, apoyar y compartir y poner sus links.
• Exhibir en tu blog el premio enlazándolo con el post en el que escribes sobre él y lo otorgas a otros blogs.

Siguiendo estas reglas esta Princesa Heredera de la España Plurinacional, Pluriautonómica, Monárquica y Republicana le concede el galardón a los siguientes blogs:

1. Recuerdos de LadyBourbon
2. Mi burbuja transparente
3. Desde dos mundos
4. Nun mundo de Paxaradas
5. Desde la tienda
6. Territorio Cervantes
7. Calma
8. El antifaz

Últimos días de vacaciones

No voy a regresar a Madrid hasta que se termine la operación retorno. El tráfico me pone nerviosa. Nosotros nos desplazamos en aviones y helicópteros, pero, desde arriba, se ven mejor las desgracias de la carretera. Hay muchos accidentes. Mi doncella Maripuri está convencida de que la única solución es que vayamos andando.

-Los españoles inventamos el Camino de Santiago, mi Princesa. Si hubiéramos inventado más caminos de andar, rezar y arrepentirnos, no necesitaríamos tantos automóviles -dice cuando se pone en plan filósofa.

-¿Y cómo haría yo para andar cientos de kilómetros sobre unos tacones de quince centímetros?

-Ponga chanclas, mi Princesa. Sus pies se lo agradecerán.

Maripuri no tiene problemas de alturas. Si se ennoviara con un hombre que la sobrepasara cuarenta centímetros, seguro que cambiaba de opinión.

Hablando de novios, quien encontró al hombre de su vida fue la niñera Rafaela. Según me contó, es uno de los escoltas de Zapatero.

-El Presidente nos prometió la primera vivienda construida por orden de la ministra Carmen Chacón, ciudadana Leti.

-Podéis esperar sentados, niñera Rafaela. La ministra de Vivienda ya tiene ganas de dimitir. Al menos, eso dicen las cartas de Maripuri.

-Tu doncella inventa mucho, ciudadana Leti. Tiene de pitonisa lo que yo de hombre.

-Entonces tiene algo. Creo recordar que tú fuiste hombre antes de travestirte en mujer femenina.

La niñera Rafaela marchó furiosa. Dijo que no volvía. Zapatero la contrataría como acompañante de sus hijas adolescentes.

El Presidente nos telefoneó pidiéndonos explicaciones.

-No tolero la homofobia, Alteza. Recuerde que he aprobado el matrimonio homosexual.

-¿Cómo no lo voy a recordar? Zerolo nos envió las fotos de su boda cuando se casó.

-La niñera de sus hijas infantas regresa a su trabajo. Trátela bien.

¡Qué remedio! Con Maripuri de vacaciones, doña Sofía en Mallorca, mi Felipín preocupado por las viñetas de el jueves, si no tengo niñera soy mujer acabada. Leonor y Sofía dan mucha guerra.

Rafaela regresó con el último ejemplar del jueves bajo el brazo.

-Vamos a conseguir la III República, ciudadana Leti.

-Avísame cuando la proclamen -le contesté-. Hay algún vestido que me gustaría llevar para el exilio.

-No estoy bromeando. ¿Ves, ciudadana Leti? El ciudadano Juan Carlos está dispuesto a vender un desnudo tuyo a Interviú.

Los de el jueves están muy equivocados dibujando a Su Majestad con esas groseras palabras en su boca. Mi suegro el Rey es un hombre leal a la Familia Real.

Unos días fuera de Mallorca

Por fin me pude marchar de Mallorca. Tuve que amenazar a mi Felipín con el divorcio para que me trajera a Asturias. Él quería posponer el viaje hasta los Premios Príncipe de Asturias. Me negué.

-Necesito respirar aire puro.
-No noto contaminación por aquí, Leta.
-Tú no sabes respirar, Felipe. Los de Madrid carecéis de olfato.
-Lo que huele es el pañal de Sofía.

Mi Felipín no sabe lo que es el romanticismo. Algunas veces me desespera. Yo quisiera que fuera como Zapatero: un hombre preocupado por las civilizaciones y por la paz.

Por suerte se aclimata pronto en mi tierra. Doña Sofía puede estar tranquila. Se lo dije la quinta vez que telefoneó angustiada por la salud de su niño.

-Tranquila, Majestad. Mi Felipín todavía no estornudó y las Herederas del Heredero tampoco.
-Cuida a Felipe, Letizia. Su Majestad ya va viejo y el día menos pensado hay que organizar la abdicación.
-¿Cuándo cree usted que será ese día, Majestad? ¿Podría ser antes de las próximas Navidades?

Doña Sofía colgó con tanto estrépito que no recuperé la audición del oído derecho en toda la mañana.

-¿No oyes llorar a Sofía, Leta?
-¿Será que Su Majestad abdicó?
-¿Qué dices, Leta? Te estoy hablando de nuestra hija Sofía.

Yo pensé que se refería a su madre. Claro, ¿cómo la iba a oír llorar desde Marivent?

-La niña tenía que haberse llamado Sofía Lucrecia.
-Dijiste que Lucrecia no te gustaba, Leta.

Lo que no me gusta es que lleve el nombre de mi suegra la Reina. Mi doncella Maripuri opina lo mismo: una nuera no puede bautizar a una hija con nombre de suegra. Pobre Sofía. Su hermana Leonor fue más afortunada en el bautismo.

Muñecas venenosas

Estoy con el alma en vilo desde que nos informaron de la toxicidad de los juguetes Mattel. Dice nuestro médico que con una aspirina infantil Bayer los nietos de Su Majestad quedan inmunizados.

-¿Y si ya están intoxicados, doctor? -le pregunté.
-No hay problema, Princesa. Las aspirinas Bayer tienen efectos retroactivos.

Las nuestras el único efecto que tenían era caducidad. Tuve que mandar a la niñera Rafaela a la farmacia a comprar aspirinas frescas. Regresó sin ellas.

-No pude comprar nada, ciudadana Leti. Había una pija comprando píldoras del día después que me miraba como si fuera una apestada.
-¡Lárgate y regresa con las aspirinas!
-Me llamó anoréxica la muy pija.
-A mí me llaman anoréxica todos los días.
-Yo no aguanto los insultos, ciudadana Leti. Le llamé pija de mierda y la escupí.
-Ocupate de las Infantas, niñera Rafaela. Voy a decirle a Maripuri que compre aspirinas por ahí.

Mi doncella trajo un camión de medicinas variadas y me ayudó a medicar a mis Infantas. Leonor no quería tomar la pastilla, pero cuando Maripuri le dijo que el futuro de la Patria dependía de aquella medicación, obedeció como una personita mayor.

A quien no hubo manera de hacerle tomar una aspirina Bayer fue a mis sobrinos políticos. Froilán lideró la rebelión de los Borbones mayores.

-Yo sólo obedezco a mi abuelo el Rey que es el que manda en el país.
-Voy a hacerte la prueba de la barby -lo amenazó Maripuri.
-¿Se lo diré a Su Majestad!

Mi doncella le pasó por la mano una barby dentista y la muñeca se le quedó pegada a la piel. ¡Una muñeca tóxica! Eché a correr hacia el despacho de mi Felipín.

-Tu sobrino Froilán no pasó la prueba de la barby. Está contagiado de toxicidad Mattel.
-¿Están bien nuestras hijas, Leta?
-Sí, amor. Ya les dimos una aspirina Bayer para que no enfermen.

Mi Felipín siguió trabajando. Los sobrinos no le importan mucho porque la línea de sucesión a la Corona no los necesita.

-¿Por qué llora Froilán? -preguntó Elena.
-Está tóxico, cuñada -le explique-. Se le ha pegado una barby dentista a la mano.
-Es por las caries. No hay manera de llevarlo al dentista.

Los Borbones no leen los periódicos, por eso se toman la vida con calma. Yo volví a leer "el país": allí seguía la noticia de los juguetes Mattel tóxicos.

Biquinis made in China

Maripuri regresó de su semana de vacaciones protestando por el precio de mi biquini.

-¡Trescientos euros! Usted derrocha el dinero de los españoles, mi Princesa. Hay biquinis en los chinos a tres euros.
-Tengo que comprar moda española, Maripuri. Si los paparazzis me fotografían entrando en un bazar chino, se acaba la Monarquía.
-Tonterías, mi Princesa. Yo le compraré la ropa de baño en los chinos.

¿Qué le iba a decir? Mi doncella hace lo que le da la gana. Pero esta vez se pasó dos pueblos.

-¡Letizia! -chilló doña Sofía desde el Palacio vecino-. Me llama la encargada de un bazar chino de Palma preguntando mi talla de bañador.
-¿Qué dice la Reina, Leta?
-Debes ir a tranquilizarla, cariñín. Es de mala educación gritar por la ventana.

Mi Felipín corrió veloz hacia Marivent. Yo cerré todas las ventanas de Son Vent para que mi Leonor no se enterará de que Maripuri quiere vestirnos made in China. Podía traumatizarse la Heredera del Heredero si se sentía amenazada con un bañador barato.

Doña Sofía seguía gritando. Esa no me hablará tampoco, pensé. Sus Majestades son capaces de auspiciar una reforma de la Constitución con efectos retroactivos y desheredar a mi Felipín.

Estaba filosofando catástrofes económicas cuando llegó mi doncella Maripuri con tres bolsas de marca blanca.

-Aquí hay un biquini blanco para usted, mi Princesa. Pruébelo.
-No me atrevo, Maripuri.
-Es su talla.
-¿Cómo se te ocurrió llamar a la Reina, Maripuri? Su Majestad no me habla y ahora será doña Sofía la que me niegue la palabra también.
-A doña Sofía le compré un bañador rojo talla única. ¿Ve, mi Princesa? Estira y encoje.
-¿Compraste bañadores para las Infantas?
-No, mi Princesa. Leonor y Sofía están en edad de nudismo infantil.

Ojalá esta mujer siguiera de vacaciones. Puso la Monarquía en quiebra técnica. Encendí el ordenador y busqué empleo. La publicidad es el futuro. Me inscribí en una empresa que dicen que paga bien la lectura de e-mails. Si Sus Majestades desheredan a mi Felipín, tengo que tener dinero para mantener a mis hijas Infantas.

Mi cuerpo serrano en biquini

No nos respetan. Los fotógrafos tratan a los miembros de la Familia Real como a unos famosillos cualquiera. A mí me fotografiaron en biquini sin pedir permiso.

-Saliste con estilo Ana Obregón, ciudadana Leti -comentó la niñera Rafaela-. Yo de ti estaría contenta.
-¿Contenta por salir en biquini en el ¡Hola! o por parecerme a Ana Obregón? No, no me parezco a esa mujer. Nunca anduve con hombres más jóvenes que yo.
-Cierto, ciudadana Leti. La Obregón es una mantenedora y tú eres una mantenida.

¿Tenía que aguantar semejante niñera? Fui a buscar a mi Felipín para pedirle que la echara. Soña Sofía puede ocuparse de las Infantas hasta que regrese mi doncella Maripuri de vacaciones.

-No puedo ocuparme de asuntos domésticos, Leta. Estoy muerto de vergüenza. Esas fotos tuyas en paños menores escandalizaron a Europa.
-Un escándalo es que la niñera Rafaela me llame mantenida. Yo trabajo, ¿me oyes?
-Más tendrás que trabajar, Leta. Tienes que recibir a la ministra de Fomento esta tarde. Su Majestad anda por Kenia de safari y yo nunca me entendí con esa mujer.

La ministra de Fomento llegó dicendo Plan de Galicia de mier..., aviones de mier..., electricidad de mier..., trenes de mier...

-No diga tacos, ministra -la reprendí actuando de Princesa Heredera-. En esta casa hay niños.
-¿Para qué tenéis hijo? ¿No sabéis como está el país? En Cataluña no hay luz, están sin trenes, hay atascos en las autopistas,...
-Pensé que sólo Barcelona tenía problemas, señora Álvarez.
-Hay problemas en todo el país, señora Ortiz. si me permite...

No creía lo que estaba viendo. ¡La ministra se desnudaba!

-¿Se encuentra mal?
-Hasta que no venga el lobo tanto yo como el país iremos tirando. ¿Le gusta mi biquini? Es como el suyo.

Yo no podía hablar. Aquella mujer exponía ante mí sus michelines sin avergonzarse. Mi cuñada Cristina entró en la sala de audiencias y, cuando vio a la ministra en biquini, dio un grito como los de Monserrat Caballé.

-Usted no puede regresar a Barcelona, Alteza -le dijo Magdalena Álvarez-. Su numerosa familia consume demasiada energía eléctrica.
-¿Qué pasa aquí? -preguntó doña Sofía- ¿Por qué gritas, Cris?
-Mira como está la ministra, mamá.

Doña Sofía sonrió con profesionalidad y se quitó la ropa hasta el bañador rojo.

-Así estamos más cómodas -dijo.
-Su foto no vale nada, Majestad. Necesito una foto de Letizia en biquini. Las pagan a cincuenta millones de pesetas -explicó la ministra de Fomento.

Marché. La ministra Álvarez podía esperar sentada. Servidora no se va a quitar el vestido ni para dormir hasta que regrese a Madrid. Eso de que los demás ganen dinero a mi cuenta se va a acabar.

Pocerolandia

Mi doncella Maripuri cogió una semana de vacaciones totales justo cuando tanta necesidad tengo de estar al día en el futuro que se aproxima. Leo el horóscopo, pero no es lo mismo. Las cartas de Maripuri, acierten o no, tienen una magia que me tranquiliza.

Acertó la sonada derrota de mi Felipín en las regatas de Palma. Pobre. Está deprimido. Ni nuestra Leonor, tan guapa y tan lista, le arranca una sonrisa.

-Felipe, amor, cada día te pareces más a tu padre.
-No hables de Su Majestad, Leta. Dice que el Bribón no gana desde que vienes tú a Mallorca.
-Por eso no me habla... Bueno, peor para él.
-Yo no gané por culpa del Pocero. El muy cabrón echó amarras delante del CAM. Me saludaba agitando los dos brazos.
-Tendría una vía de agua y te pedía socorro.
-Una vía de chaladura tiene ese especulador. La guardia civil tuvo que apuntarle con sus fusiles de asalto para que me dejara pasar.
-¡Felipe! ¿Y si se les hubiera escapado un tiro? ¿Te imaginas sentado en el banquillo por el homicidio involuntario de Paco el Pocero?

Mi Felipín me explica el título II de la Constitución y el Código Penal. Suspiro aliviada. Los de la Familia Real, gracias a la generosidad de la democracia representativa, estamos libres de delito.

Quien también encontró al Pocero en su camino fue la niñera Rafaela.

-Lo vi en el Club Náutico. Es un tío simpático. ¿Sabes que quiere construir la ciudad más grande del mundo sobre una isla artificial unida por un puente colgante con Ibiza? Empezará cuando acabe con Seseña. Me pidió que te preguntara si estabas interesada en un rascacielos en Pocerolandia, ciudadana Leti.
-¿Pocerolandia?
-Es así como se va a llamar la isla-ciudad del Pocero. Tu suegro, el ciudadano Rey, le prometió defenderlo de los jueces.
-¡No se lo permito!
-¿Qué más da, ciudadana Leti? El ciudadano Rey defiende a sus amigos. Cuando el Pocero le pague un safari en Rusia, será amigo, y si tiene un problemilla... ya sabes.

Mis niñas Infantas jugaban ajenas a mis preocupaciones en el futuro. Tengo que ser coronada lo antes posible, pensé. Entre safaris, cazas de osos borrachos, amigos poco apropiados y discursos mal leídos, mis súbditos van a acabar nombrando a Rajoy Presidente de la III República. Claro que podría dejar a mi Felipín y casarme con Rajoy, pero no, prefiero a mi Príncipe. Tengo que decirle a Su Majestad que vaya pensando en abdicar.

Vacaciones en familia

Las princesas de hoy en vez de pasear en carrozas paseamos en barcos. Hojeo el "¡Hola!" y me siento ridícula. Somos como una familia cualquiera de camping marítimo.

-¡Felipe! Mira estas fotos antes de ir a navegar.
-No me desconcentres, Leta.
-No sales de casa hasta que mires esto.
-Aparta de mí el jueves, Leta, que no respondo. Soy capaz de enviarles los cazas a Barcelona.
-¿Ya te dio Su Majestad poderes ejecutivos en el ejército del Aire?
-Leonor está preciosa y Sofía dormidita.
-¡Contesta!

Mi Felipín marcha con el "¡Hola!". Seguro que se lo va a enseñar a sus compañeros de tripulación. Para que después digan que los hombres no marujean...

Aquí viene mi doncella Maripuri.

-Pasa, querida, las Infantas están con doña Sofía y no nos dan la lata.
-Doña Cristina quiere hablar con usted, mi Princesa.
-¿qué le pasa ahora?
-No le gusta que Leonor le diga a los primitos que es la Infanta Leonor y les exija una reverencia. Los niños tiene dolor de rodilla por las genuflexiones constantes.
-Dile a mi cuñada que no la puedo recibir. ¿Algo más, Maripuri?
-El señor Lejarza necesita un mes para redactar una nueva constitución con espíritu de 1931, el contable Juan pide un mes más de vacaciones, el jardinero Jordi y la cocinera Ángela fueron requisados por ZP para atender a Sonsoles en Doñana, la niñera Rafaela reparte publicidad antimonárquica por los buzones de Palma,...
-Nada importante, Maripuri. ¿Qué dicen tus cartas para hoy?
-Será un día como ayer e igual que mañana: navegación, paparazzis y aburrimiento.

Mi cuñada Cristina entra en ese mismísimo momento.

-Tenemos que hablar -me dice.
-Espera, Cris. Maripuri está con el tarot.
-Soy la Infanta Cristina.
-Y yo soy la Princesa Heredera.
-Eres la consorte del Heredero.
-Seré Reina de España y no te daré un euro. Ya puedes ir pidiendo más sueldo a la Caixa.

Doña sofía se acerca a poner paz. Quiere que nos demos un beso. Me niego. Sólo accedo cuando mi cuñada me hace una reverencia y me pide perdón.