Ando por Guatemala visitando niños que dicen que están desnutridos y mamás a las que no les va muy bien la vida. Yo creo que no es para tanto. Los niños son majísimos. Me enamoraron con sus desenvolturas.
Les pregunté si habían desayunado. Me dijeron que comieran unas galletas con un vaso de leche. Quedé tranquila. Los niños y niñas allí presentes no se estaban muriendo de hambre.
Las profesoras se desvivían en enseñarles las materias regladas. La profesora de matemáticas era la más entregada. Explicaba y volvía a explicar las ecuaciones de segundo grado.
Por allí andaban también los cooperantes españoles, vistiendo el mismo chaleco rojo que llevaba servidora. Les pregunté si eran felices. Me dijeron que sí. Una cooperante me enseñó las fotos de su casa en Madrid. Vivía en una urbanización muy chula de edificios altos y un jardín con piscina.
-La piscina es de quita y pon -me explicó la cooperante, que se llamaba Mónica.
-Menos es nada -le contesté-. Yo cuando vivía en una urbanización de Vícalvaro tenía una piscina parecida.
Llegué al hotel rendida. Había sido un día agotador y me quedan un par de días más de visitas a la gente pobre. Resulta muy reconfortante ver lo mucho que hacen los cooperantes españoles con el dinero que destinamos a acabar con la pobreza en el Tercer Mundo. A todos no les quitas la pobreza, pero a algunos críos sí que les puedes ofrecer una vida mejor con unos estudios que los capacitarán para tener un curro más digno que el de sus madres y padres.
Por cierto, en mi hotel tienen una piscina de quita y pon. Yo no la probé, pero mis escoltas se dieron un chapuzón y quedaron encantados. Me dijeron que hasta habían podido bucear en aquella especie de tina sin fondo.
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 | Letizia está en su salsa de rojo y con chaleco en la Guatemala pobre de los niños desnutridos y las mujeres que penan ... cronicasenverso.blogspot.com |
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