Me he emocionado con la boda de la Duquesa de Alba. Lloré como el día de mi propia boda. Había en España una vieja feliz y allí estaba en la tele, bailando con su nuevo marido, aplaudida por sus fans. Maripuri, mi doncella, también lloraba. Decía que quería para sí la suerte de doña Cayetana.
-Yo no tengo novio, mi Princesa. Sólo trabajo y más trabajo.
-Otras ni siquiera tienen trabajo, Maripuri.
-Pero tienen amor, mi Princesa. Un hombre puede sacarte de pobre si quiere. Yo necesito un hombre que me mantenga. Estoy cansada de trabajar.
Maripuri está cambiando. Debe ser de tanto ver los programas del corazón de la tele. Se le cruzan los cables. Yo sigo mirando las fotos de la Duquesa. Me sigo emocionando. Aquí estamos todos con el pañuelo en la mano, hasta Su Majestad.
-Cayetana es feliz -dice.
-Eso parece, Juanito -le contesta doña Sofía.
-Creo que van a ir de luna de miel a Tailandia.
-Hacen bien.
-Pensé que no podrían ir, Sofi. Los ricos van a tener que pagar muchos impuestos.
Me parece que la Duquesa no piensa en pagar impuestos. A ella se le perdonan porque tiene mucha fundación para proteger obras de arte. Es como la Iglesia Católica: cobra subvenciones y no paga impuestos. Pero eso no importa. Lo importante es lo mucho que divierte al Pueblo. Su boda ha hecho felices a los pobres parados.
2 comments:
Carámba con la señora duquesa!! y la rumba que se ha marcado en al puerta de su palacio...jejeje
Pues la verdad es que el momento baile con la prensa no me pareció ni gracioso ni nada... pobre mujer
Besicos
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