No vamos a las fiestas de mi suegro, pero le enviamos regalos que le gustan mucho. Eso nos dijo mi cuñada Elena. El último regalo que le enviamos por SEUR internacional fueron unos guantes. Yo casi temía que no le gustara un regalo tan práctico como unos guantes diseñados para las manos con artritis.
-Papá quiere saber dónde los has comprado para venir a Madrid a comprar otro par.
-¡Que no venga! -gritó mi Felipe-. Nosotros le enviaremos más guantes.
-A nuestro padre le gustaron mucho porque son unos guantes sin dedos. Los va a usar un montón para practicar vela.
Elena venía eufórica. Había visto a su hijo Froilán hecho un hombre al lado del abuelo.
-Froilán es un gran empresario -afirmó rotunda.
-¿Qué empresa tiene? -le pregunté, curiosa.
-La empresa es él, querida Leti. Mi hijo es una Sociedad Anónima Unipersonal.
Quedé a cuadros. Mi doncella Maripuri me confirmó que existía tal figura jurídica.
-Es un yo me lo guiso y yo me lo como, mi Reina.
-Es no tener nada y tenerlo todo, Maripuri.
Froilán se parece mucho a don Juan Carlos. A los dos les gusta la fiesta y se pirran por el dinero. No digo nada. Si te pones filosófica, piensas que hay que divertirse. La vida es un camino de espinas. ¿Valdría la pena si no nos divirtiéramos algo?...
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