Estos días tuvimos personal de refuerzo porque Maripuri no daba abasto. Es mucho para una persona sola la limpieza de nuestro pabellón y la limpieza del viejo palacio de La Zarzuela.
A mí no me impotaría tener más personal, pero siempre y cuando fueran discretos. Los de esta semana eran sumamente cotillas. La chica se metió en mi armario de lencería como si nunca hubiera visto unas bragas.
-¿Te ayudo a mirar? -le pregunté, poniéndome su lado.
-¿Usted se pone esto?
-Pues claro.
-Es una lencería muy sexy.
-Yo soy una reina muy sexy.
La nueva señora de la limpieza se sonrojó. Noté que la había defraudado. Tal vez pensaba que era una Reina de España parecida a la madre de Alfonso XIII, aquella María Cristina de costumbres severas y moda de convento.
-Nunca me pondría unas picardías como este modelito rojo suyo, Majestad.
-Haces bien.
-¿Usted se las pone?
-¿Quieres verlo?
Desabotoné mi bata de andar por casa y le dejé ver un babydoll de color rojo. La nueva señora de la limpieza se santiguó.
-Voy a hacerme republicana.
-Las primeras damas de las repúblicas usan una lencería parecida a la mía.
-¿Usted las ha visto vestidas con esta poquita ropa?
-Por supuesto, querida. Las primeras damas hacemos fiestas del pijama cuando nos encontramos por temas oficiales. No conozco a ninguna primera dama que vaya con bragas blancas de algodón.
La nueva señora de la limpieza se sonrojó todavía más. Le pregunté si se encontraba bien. Me contestó que sí y marchó. No ha vuelto. Mejor así. Prefiero a mi doncella. Maripuri no se asombra por la lencería, al contrario. Incluso me asesora a la hora de comprar mi ropita más picante. Maripuri tiene muy buen gusto.
Uno de los conjuntos más originales es este conjunto rojo rompedor:
Pero no solo tengo bragas rojas. Me gustan mucho en azul monárquico. Por ejemplo: https://amzn.to/3tIhadu
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