Estoy totalmente convencida de que estamos en un período prerepublicano. Hay vibraciones republicanas en Palacio. Mi Leonor no quiere otro juguete que no sea el loro Mitrofán. Felipín intenta aficionarla a la play station sin conseguir otra cosa que sonoros berrinches. Ni siquiera se concentra cuando le leo las "Leyendas" de Bécquer si no tiene a su lado el loro robótico que le regaló el jardinero Jordy.
-Recitale las "Rimas" de Bécquer -me sugiere doña Sofía.
-Permitame decirle Majestad que el coeficiente intelectual de una Infanta requiere lecturas profundas para alcanzar su óptimo desarrollo. La próxima semana empezare con Góngora. Leonor disfrutará mucho con la poesía gongoriana.
Doña Sofía se marcha. Lo siento por ella pero no puedo aceptar sus consejos literarios.
Sigo pensando en las vibraciones republicanas cuando llega mi Felipín después de un largo día de trabajo al lado del Rey.
-¿Cómo estamos, Leta?
-Siento vibraciones.
-¡El baby! ¡Cuánto te quiero, amor!
-¿Qué baby? Mis vibraciones son un presentimiento de República. Vete aprendiendo de los Clinton, Felipe, que nosotros también tendremos que presentarnos a las elecciones para no acabar solicitando una vivienda de protección oficial al ayuntamiento de Madrid.
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2 comments:
Entiendo una monarquía con "marcado acento social". Entiendo que la monarquía prefiera un gobierno moderado de izquierdas desde ese mismo punto de vista. Lo que no entiendo es que se haga burla del cariz republicano "mal entendido" que está tomando España. Es distinto un estado federal con un control ejercido por un jefe del estado y otro de gobierno a un país en proceso de escisión, maxime sin el respaldo del consenso suficiente para ello (léase los dos grandes partidos políticos españoles). Sin acuerdo entre partidos que aglutinen el sentir de la mayoría de España se le está hurtando al nuevo proceso de vertrebración del estado unas normas básicas que enmarquen cualesquiera acuerdos a los que se llegue, además de crispar al electorado del otro partido político con el que no se cuenta.
¿No debería la Corona jugar el papel de mediador entre los dos grandes partidos políticos para reparar la unidad perdida y garantizar una nueva norma básica de convivencia para el futuro?.
Por favor reina mía (que no princesa), no dejéis que os fotografíen de perfil pues no os merecéis la silueta de esa nariz tan... y el contrapunto que le ofrece vuestro pominente mentón, todo ello bañado con la levedad de la extrema delgadez que os caracteriza. Por lo expuesto únicamente me cabe alabar la foto que precede a vuestra pizpireta pluma republicana, foto que os representa en todo vuestro temible esplendor.
Sinceramente vuestro,
Juan Sánchez.
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