Nochevieja en Palacio

 

 

 Los malos andan fastidiándonos las fiestas. No los voy a nombrar porque no merecen ni un nombre.

 

 Su Majestad quería ponerse de luto y mi Felipín ya estaba quitando los adornos navideños de la chimenea cuando baje a ver por qué lloraba la Infantita.

 

 -No, mi niña, no llores mi amor que aquí hay fiesta. Felipe, deja las guirnaldas en su sitio que no se acaba el mundo. Si se acabara no los decía Maripuri.

 -Leta, la patria vive momentos complicados.

 -Peores momentos vive tu Princesa.

 -¿Tienes síntomas de parto? Tranquila, Leta. Llamo a nuestro equipo de ciento veinticinco médicos, quinientas enfermeras-matronas y mil celadores.

 

 Le quite el móvil. Ni la patria ni yo necesitábamos tanta atención. Mi Felipín llamó a doña Sofía por el teléfono fijo. La Reina me dio la razón porque en la Zarzuela grande también había fiesta y no querían oír catástrofes.

 

 Pero la mejor fiesta fue la nuestra. Hicimos un karaoke. Todos cantamos, mi Felipín también. Cuatro copas de cava Freixanet le curaron los amores por la patria y lo centraron en el amor que me profesa. Cuando estaba cantando a Capela aquello de "tienes la lengua muy larga y la falda muy corta" llegó Sabina.

 

 -¿Qué hace este hombre en palacio, Leta?

 -Felipín, Sabina es mi cantante favorito.

 -Principito -le dijo mi cantante-, yo le canto a la princesa Letizia.

 

 Todos mis invitados aplaudían. Nos olvidamos de las uvas, del año nuevo del viejo y hasta de esas cosas que se desean.

 Después vino el baile con la orquesta sinfónica del Teatro Real. Cuando sonaron los primeros acordes del "Danubio azul" saque a Sabina a bailar.

 

 -¿Me vas a contar otro chiste, Princesa?

 -No, quiero preguntarte si desciendes de don Juan de Austria.

 -Creo que no.

 -¿Seguro, Joaquín? ¿Estás seguro de que no eres un tatara tatara tatara...?

 -¿Un tatara?

 -Un tataranieto de don Juan de Austria.

 

 Sabina se ríe a carcajadas. Mi Felipín grita "más chistes no", Maripuri entra con un carrito lleno de pocillos de humeante tila,... No entiendo nada. Creo que es hora de chocolate con churros pero esta mujer nos trae tila y tapas de tortilla. Se me ocurre una cosa que es verdad verdadera y la digo en alto:

 

 -¡Chicos! Sabina fue don Juan de Austria en su primera vida en la Tierra.

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