Mi niña no se dejó disfrazar. Miss Jane intentó vestirla de folclórica. Fue imposible. Sus gritos los oyó el mismísimo Presidente en la Moncloa. "Respeten las decisiones de la Heredera del Heredero", nos dijo en un fax urgente. Respetamos todas las decisiones de las Infanta. A mi me costó dejarla alimentarse sólo con chocolate, pero como era una orden de ZP, la acaté. En un Reino Republicano el Presidente manda mucho.
Yo tampoco me disfracé. No me apetecía. Mi Felipín nunca puso otro traje distinto al de príncipe. La única que se disfrazó fue mi doncella Maripuri. No la reconociamos. Volvió locos a los servicios de seguridad.
-¿Ha concedido Su Alteza una audiencia privada a Paris Hilton?
-No. Ni yo a ella ni ella a mi.
El jardinero Jordi decía que miss Hilton estaba esperando audiencia en mi sala privada. Allá me fui. No fuera a marcharme la Hilton con mi Felipín.
Era una rubia idéntica a la ricachona Hilton. Yo la miraba y ella me miraba. Mi inglés no da para una conversación. ¿Entendería el lenguaje gestual? Le señalé el suelo. La Hilton no entendía. ¿No me iba a hacer una reverencia? Llamé al contable Juan.
-Dile a miss Hilton que se arrodille.
El contable Juan abraza a la Hilton. ¡Pobre Maripuri! Tiene un novio infiel.
-¡Detenedlo! -grité.
La Guardia Real entró a galope.
-¡Dejad los caballos fuera!
-Alteza, nosotros cabalgamos como el general Prim.
-Mi Princesa, esto no lo puedo permitir. El contable Juan es un honrado trabajador.
-Pero si eres Maripuri...
La voz no la había disfrazado. ¿Cómo se le había ocurrido disfrazarse de Paris Hilton?
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2 comments:
La verdad es que con todo lo que acontece en palacio no tendrá tiempo de aburrirse...
y lo guapa que estaría leonor de folclórica. como buena futura reina de los españoles que se disfrace de juanita reina :) eso sí, nunca le dejes que se disfrace de paris hilton...
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