Estuve dos días de baja por un proceso gripal que me contagió el contable Juan. Ese hombre viene a trabajar hasta enfermo. Es un capitalista.
-Alteza, hay que contratar seis cocineros más.
-¿Nos dejas, Ángela?
-No, alteza, pero necesito ayuda. Todos los días tengo que preparar doce bocadillos.
-¿Para los escoltas?
-No, Alteza. Los doce son para el contable Juan.
-¡Por Dios!
-Come un bocadillo cada hora.
-Habrá que llamar al médico.
El médico dijo que el contable Juan estaba muy sano. Comer doce bocadillos al día no era ningún exceso.
-Mi Princesa, su próximo antojo será un bocadillos de chorizo casero.
-¡Maripuri! Tus predicciones son desastrosas. Pareces la profeta de las calamidades.
-Querrá decir "profetisa"
-¿Cómo?
-Las feministas han feminizado el lenguaje. Ahora se dice lideresa, marida, yerna, amo de casa, colegialo, contablo y contabla.
-Casi nada.
-Vaya adecuando su vocabulario, Alteza.
-Llama a mi marido Felipín. Yo, su amantísima marida, tengo antojo de su presencia.
-Está visitando a doña Sofía.
-Dile a doña Sofía que su yerna reclama la presencia de su Felipino.
-Es mejor que siga diciendo Felipín, Alteza; Felipino suena a filipino.
-Y dile al contable Juan que coma menos bocadillos.
-No me nombre al Juano.
Maripuri debe estar enfadada con el contable Juan. Juano aún suena peor que Felipino.
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4 comments:
deberías despedir al contable juan. no sé cómo se atreve a pegarle nada malo a su alteza :)
Pero de qué son los bocadillos?
Debería su majestad controlar el destino final de los bocatas, me dá en la nariz que el ladino de su contable se dedica a revenderlos entre los miembros de la escolta real, y así se saca un sobresueldo a su costa.
Mano dura con la plebe
Besos y click
juasssssssssssssssssssssss
pobre leti, a sus alturas va a tener que aprender a hablar otra vez... ¡casi, casi, como yo!
besos babosos :)
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