Me parece mentira llevar 15 años casada con el Rey de España. Somos felices. Todas las mañanas amanecemos abrazados. Felipe no ronca nada. Da gusto dormir abrazada a su cuerpo de militar en la reserva. Algunas veces pienso que estoy soñando. ¿Eres el Rey de España? le pregunto. Felipe se ríe así como se ríe él, con la timidez de un niño grande. Tú eres mi Reina, me susurra al oído. ¡Y me lo creo! Me lo creo porque es una verdad verdadera. Felipe nunca me fue infiel. El otro día me confesó que no se acuerda de los nombres de las que me precedieron en su corazón.
-¿Tendré que ir al médico a mirar la cabeza, Leta?
-No, amor. Tu cabeza está perfecta.
-Temo perder la memoria.
Lo llené de besos. A los hombres se los tranquiliza como a los niños. Les empiezas a dar besitos y se les van los dolores. Felipe se deja besar hasta que lo llama el Presidente del Gobierno en funciones. Pedro Sánchez se preocupa por los salones de La Zarzuela. Tiene mucho miedo de que no se los tengamos bien limpios para cuando venga a jurar su cargo con los ministros.
-Venga cuando quiera, Presidente -le contesto yo por el teléfono supletorio de Palacio-. Mi doncella Maripuri tiene los suelos limpios como los chorros del oro.
-Me gustaría que olieran a eucalipto.
-Así será. Y les tendremos caramelitos de menta para la garganta.
El domingo hay elecciones municipales. Pero eso no me importa. Lo importante es que mi Felipe y yo llevamos 15 años de feliz matrimonio y que tenemos dos Herederas preciosas. Mis hijas se parecen mucho a mí. Son listísimas. La Princesa Leonor ya sabe hacer raíces cuadradas sin calculadora y recita la lista de sus Reyes antepasados sin chuleta.
1 comment:
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