Amor místico sin fondos de cohesión

 

 

 El contable Juan es tan riguroso con la contabilidad de Palacio que voy a tener que disfrazarme de Paris Hilton para poder ir de compras. Mi doncella Maripuri dio tan bien el pego que compró un montón de cosas gratis. Le decían, llevelo miss Hilton; para usted es nada. Maripuri decía que no, pero, aún así, llegó con un móvil Le Million De Lu Nuit.

 

 -¡Un millón de dólares!

 -No mire el precio, mi Princesa.

 -Usted no lo puede comprar.

 -Gracias por la noticia, contable Juan.

 -ZP no ha incrementado la asignación presupuestaria este año.

 -No se preocupe, mi Princesa -me tranquiliza Maripuri-. Podemos hacer unos cuantos billetes de quinientos que la saquen de un apuro.

 -¿Dinero falso, Maripuri?

 -Si sirve para comprar en "el corte Inglés" no es falso.

 -Conmigo no contéis. Nunca cometí un delito.

 -Querido Juan, te necesitamos. Vas a ir a la sede del Banco Central Europeo con una carta de Su Majestad. Los alemanes son ricos. La señora Merkel estará encantada de ayudarnos con los fondos de cohesión.

 -Maripuri, los fondos de cohesión son para regiones número uno.

 -El palacio de la Zarzuela es la región uno, cariño mío.

 

 No entiendo nada. Estos dos hablan de temas muy complicados.

 

 -Leta, ¿qué es eso de que tengo que firmar una carta en nombre del Rey?- pregunta mi Felipín.

 -¿Yo qué sé? Tú firma y no preguntes.

 -El Rey nos puede desheredar si cometo un error.

 -Entonces no firmes nada. Maripuri,olvidate de los alemanes.

 -Del dinero no me puedo olvidar.

 

 A esta mujer la está echando a perder el novio. Monetarizan la vida. El romanticismo capitalista es como un trozo de hielo caliente. Yo prefiero el amor místico que nos profesamos mi Felipín y yo.

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