¡Cuánto trabajo!

Me acabo de despertar. ¡Dios mío! Estoy agotada. El trabajo de Princesa es durísimo. Ayer trabaje hasta que se paro el reloj del tiempo. El partido dichoso parecía no acabar nunca. Yo no entiendo de fútbol pero creo que se pasaron por el arco del triunfo el gol de oro. Con el primer gol el partido ya estaba ganado y allí continuaban jugando y metiendo goles en goleada. Mi Felipe aplaudía a rabiar. Yo aplaudí delicadamente como me enseñó la jefa de protocolo durante mi aprendizaje de princesa. Hasta tuvimos que bajar al campo. Casi pensé que pretendían jugar otro partido más. Después me arrastraron a una cena. Calle para no armarla porque si yo hablara se iban a enterar de lo que vale una Princesa. ¿No saben que las noches son para dormir?... Pero ¿qué hace Maripuri? No sé si tendrá una relación de esas de Internet. Sale y entra en mi habitación cada vez que escribo este blog.... Espera, esta página no la he abierto yo... Es un blog. ¿Tendrá mi doncella Maripuri un blog también?...