Esta semana me censuraron las revistas del corazón para que no me diera un ataque de nervios a mi que siempre estoy al borde del colapso histérico. El servicio de prensa de la Casa Real no quería ni siquiera dejarme ver las portadas pero me hice oír y accedieron a pasarme las páginas que no hablaban de mi familia. No sé si pedirle a mi doncella Maripuri que me traiga unas revistas enteras... ; bueno, mejor no se lo pido. Mi Felipín tiene mala cara estos días. Mi Príncipe sufre mucho cuando me nota triste. No sé si sufre por mi o por sí mismo porque él no está acostumbrado a que lo critiquen ni de lejos. ¿También me envían "el mundo" mutilado por la cuchilla censora? A este periódico le falta la columna de Raúl del Pozo, ese señor que escribe al lado de Federico. ¿Tú sabes algo, Maripuri?... ¿Qué habla de lo que ocurrió el otro día en Móstoles con los que llevaban una bandera republicana?... ¿Cómo?... ¿Un advenimiento de la República?... ¡Cómo está la peña! No viene ninguna República porque ya la tenemos, querida Maripuri: somos una monarquía republicana. Y si no quieren serlo mis ciudadanos-súbditos se van a enterar de quien es Letizia.
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